En las últimas cuatro décadas, la historia de la humanidad ha experimentado un crecimiento exponencial del comercio mundial. La proporción de la productividad que se destina a las transacciones internacionales aumenta año tras año. La apertura e interconexión entre las diferentes economías es un hecho, y cada vez son menos los profesionales que se atreven a discutir acerca de sus beneficios. Frente a dicho contexto, la elección del sistema de cambio (que significa la relación entre el valor de la moneda local frente al resto de sus homologas) cobra vital importancia, convirtiéndose así en una decisión de política económica que cualquier país debe definir.
¿Qué es la dolarización?.
La alternativa cambiaría nace en 1944 con los acuerdos de Bretton Woods, allí, entre otras cosas, se resuelve utilizar al dólar como unidad monetaria de referencia internacional. Ahora bien, la definición académica del termino hace alusión al proceso por el cual una nación adopta una moneda extranjera que reemplaza al dinero domestico en cualquiera de sus funciones (como reserva de valor, como unidad de cuenta y como medio de pago).
De cualquier modo, esa descripción aplica al uso formar del concepto, esto quiere decir que se inicia en el momento que un gobierno acoge oficialmente una moneda extranjera volviéndola de curso legal, exclusiva o predominante. Pero, en economía, también se trabaja con un uso "extraoficial". Este fenómeno se analiza cuando los diversos agentes de la economía, en gran medida, deciden voluntariamente sustituir su moneda local a la hora de realizar depósitos bancarios o transacciones de bienes o servicios. Por lo general, esta práctica surge cuando los ciudadanos buscan proteger sus activos frente a una eventual pérdida de valor de la moneda nacional.
Ventajas.
En lo inmediato, la estabilización del sistema de precios y la interrupción del proceso inflacionario/hiperinflacionario. Esto sucede por dos cuestiones. La primera, porque el conjunto de precios relativos se regulan en base al dólar. Y, la segunda, porque el gobierno local pierde su capacidad de imprimir, indiscriminadamente dinero para financiar al fisco. Al adoptar una moneda extranjera con un historial sólido, emitida por una nación con una política monetaria responsable, los agentes económicos recuperan la confianza en la unidad monetaria en circulación, mejorando las expectativas.
Una segunda ventaja surge a raíz de esta incapacidad del Estado para financiar al déficit creando nuevo dinero. Por lo tanto, la dolarización, en algún punto promueve la disciplina fiscal. Sin embargo, esto no quita el hecho de que los gobiernos puedan recurrir al financiamiento internacional para cubrir los agujeros fiscales en sus cuentas públicas.
Otro beneficio deviene de la reducción de los tipos de interés, tanto para créditos como para ahorros. Al disminuir las posibilidades de una futura devaluación, se reduce la prima de riesgo que se paga sobre los empréstitos en el exterior. De esta manera, se liberan recursos públicos que pueden ser utilizados para otros fines. Además, al percibirse menores tasas de intereses, se estimula e incentiva el desarrollo del sistema productivo.
En el largo plazo, se limita la exposición a crisis monetarias o de balanza de pagos. Al erradicar las posibilidades de una fuerte depreciación, se reduce el temor de una salida masiva de capitales.
Por último, es importante destacar que la dolarización impulsa el comercio internacional y la integración con otras economías. Al implementarse un ancla nomial (dólar), ampliamente aceptada a nivel global, se facilitan las importaciones/exportaciones, ya que se reducen los costes de transacción.
Desventajas.
La primera y principal es que se cede soberanía en lo relativo a política monetaria y cambiaria. Además, al implementar la dolarización podría variar el precio del dólar, éste no necesariamente se ajustaría a los valores actuales en el momento de realizar la reconversión con la moneda local. Si esto sucediera, los precios relativos se ajustarían a un nuevo punto de equilibro que posibilite realizar el intercambio de moneda, pudiendo afectar negativamente los salarios.
Otro inconveniente es la alta exposición a los contextos internacionales. La moneda pierde su capacidad de regularse por la oferta y la demanda local, y pasa a regirse por la internacional. Por lo tanto, aumenta la dependencia hacia los factores externos. En este escenario, las exportaciones se vuelven un elemento trascendental, debido a que si estas caen abruptamente se percibirá un alza en las tasas de interés. Asimismo, el país pierde la capacidad de ajustar el tipo de cambio como estabilizador frente a los shocks globales.
También, en una economía dolarizada, automáticamente se pierden los ingresos por señoreaje. Estas utilidades son aquellas que percibe el banco central como resultado de su exclusividad de emitir billetes.
En definitiva, la dolarización como alternativa cambiaría no es ni mala ni buena por si misma. Por ende, resulta muy difícil realizar una valoración, ésta dependerá de las características y circunstancias particulares de cada nación. Sin embargo, algo nos queda claro, la medida no pretende por si sola solucionar todas las calamidades económicas. En última instancia, si un país pretende llevar adelante dicha política deberá tomar todos los recaudos necesarios para aumentar sus beneficios y reducir sus riegos.
¿Qué es la dolarización?.
La alternativa cambiaría nace en 1944 con los acuerdos de Bretton Woods, allí, entre otras cosas, se resuelve utilizar al dólar como unidad monetaria de referencia internacional. Ahora bien, la definición académica del termino hace alusión al proceso por el cual una nación adopta una moneda extranjera que reemplaza al dinero domestico en cualquiera de sus funciones (como reserva de valor, como unidad de cuenta y como medio de pago).
De cualquier modo, esa descripción aplica al uso formar del concepto, esto quiere decir que se inicia en el momento que un gobierno acoge oficialmente una moneda extranjera volviéndola de curso legal, exclusiva o predominante. Pero, en economía, también se trabaja con un uso "extraoficial". Este fenómeno se analiza cuando los diversos agentes de la economía, en gran medida, deciden voluntariamente sustituir su moneda local a la hora de realizar depósitos bancarios o transacciones de bienes o servicios. Por lo general, esta práctica surge cuando los ciudadanos buscan proteger sus activos frente a una eventual pérdida de valor de la moneda nacional.
Ventajas.
En lo inmediato, la estabilización del sistema de precios y la interrupción del proceso inflacionario/hiperinflacionario. Esto sucede por dos cuestiones. La primera, porque el conjunto de precios relativos se regulan en base al dólar. Y, la segunda, porque el gobierno local pierde su capacidad de imprimir, indiscriminadamente dinero para financiar al fisco. Al adoptar una moneda extranjera con un historial sólido, emitida por una nación con una política monetaria responsable, los agentes económicos recuperan la confianza en la unidad monetaria en circulación, mejorando las expectativas.
Una segunda ventaja surge a raíz de esta incapacidad del Estado para financiar al déficit creando nuevo dinero. Por lo tanto, la dolarización, en algún punto promueve la disciplina fiscal. Sin embargo, esto no quita el hecho de que los gobiernos puedan recurrir al financiamiento internacional para cubrir los agujeros fiscales en sus cuentas públicas.
Otro beneficio deviene de la reducción de los tipos de interés, tanto para créditos como para ahorros. Al disminuir las posibilidades de una futura devaluación, se reduce la prima de riesgo que se paga sobre los empréstitos en el exterior. De esta manera, se liberan recursos públicos que pueden ser utilizados para otros fines. Además, al percibirse menores tasas de intereses, se estimula e incentiva el desarrollo del sistema productivo.
En el largo plazo, se limita la exposición a crisis monetarias o de balanza de pagos. Al erradicar las posibilidades de una fuerte depreciación, se reduce el temor de una salida masiva de capitales.
Por último, es importante destacar que la dolarización impulsa el comercio internacional y la integración con otras economías. Al implementarse un ancla nomial (dólar), ampliamente aceptada a nivel global, se facilitan las importaciones/exportaciones, ya que se reducen los costes de transacción.
Desventajas.
La primera y principal es que se cede soberanía en lo relativo a política monetaria y cambiaria. Además, al implementar la dolarización podría variar el precio del dólar, éste no necesariamente se ajustaría a los valores actuales en el momento de realizar la reconversión con la moneda local. Si esto sucediera, los precios relativos se ajustarían a un nuevo punto de equilibro que posibilite realizar el intercambio de moneda, pudiendo afectar negativamente los salarios.
Otro inconveniente es la alta exposición a los contextos internacionales. La moneda pierde su capacidad de regularse por la oferta y la demanda local, y pasa a regirse por la internacional. Por lo tanto, aumenta la dependencia hacia los factores externos. En este escenario, las exportaciones se vuelven un elemento trascendental, debido a que si estas caen abruptamente se percibirá un alza en las tasas de interés. Asimismo, el país pierde la capacidad de ajustar el tipo de cambio como estabilizador frente a los shocks globales.
También, en una economía dolarizada, automáticamente se pierden los ingresos por señoreaje. Estas utilidades son aquellas que percibe el banco central como resultado de su exclusividad de emitir billetes.
En definitiva, la dolarización como alternativa cambiaría no es ni mala ni buena por si misma. Por ende, resulta muy difícil realizar una valoración, ésta dependerá de las características y circunstancias particulares de cada nación. Sin embargo, algo nos queda claro, la medida no pretende por si sola solucionar todas las calamidades económicas. En última instancia, si un país pretende llevar adelante dicha política deberá tomar todos los recaudos necesarios para aumentar sus beneficios y reducir sus riegos.
Autor: Lic. Adrian Arévalo
Mail contacto: adrianarevalo333@gmail.com
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