Así funciona el sistema político CHINO


La República Popular China es, sin lugar a dudas, un país fascinante, no solo cuenta con una cultura milenaria, sino que también, en las últimas décadas, ha logrado un desenvolvimiento económico sin precedentes en la historia de la humanidad. Pero, para sorpresa de muchos, poco y nada se conoce sobre el sistema político que opera en el gigante asiático.

El 2018 no fue un año más para China. La Asamblea Nacional Popular, órgano legislativo nacional, aprobó 21 enmiendas constitucionales, entre ellas, se destaca la que elimina el límite de los mandatos presidenciales. Con ta solo 2 votos en contra y 3 abstenciones, los casi 3.000 delegados del Parlamento han dado vía libre a las pretensiones políticas de Xin Jinping para gobernar indefinidamente. Este nuevo escenario le permite consolidar al actual presidente su poder sobre el gobierno, sobre el Partido Comunista Chino (PCCh) y sobre el gigantesco ejercito. Dicho acontecimiento no hace más que fortalecer la hipótesis de que la humanidad está transitando una reciclada época de "lideres fuertes", amantes de las reelecciones y la permanencia perpetua en el poder con escasos/nulos contrapesos.

De cualquier modo, hagamos un breve repaso histórico para tener un visión más amplia sobre lo que sucede en el espectro político. Luego de la muerte de Mao Tse Tung, en 1976, se inicia todo un periodo de reformas aperturistas que tenían como objetivo desmembrar las obsoletas estructuras y dogmas comunistas. El artífice de llevar a cabo semejante tarea fue Deng Xiaoping que, reconociendo las limitaciones del antiguo régimen, realiza fuertes cambios, más que nada, en el plano económico. De esta manera, en China comienzan los giros y transformaciones hacia un sistema mucho más amigable con el capital y el mercado. No obstante, el pragmatismo es la cualidad principal del proyecto político de Deng Xiaoping, y la célebre frase: "no importa que el gato sea blanco o negro, mientras pueda cazar ratones, es un buen gato", se convirtió en todo una declaración de intenciones.
Pero, ¿porqué hacer hincapié en las reformas económicas de esta etapa?. Precisamente, esta dinámica sentó las bases que permitieron hacer de China la potencia emergente que hoy conocemos. En definitiva, los resultados económicos han sido trascendentales para el PPCh y sus aspiraciones de continuar en el poder, sin importar las terribles restricciones democráticas y, las casi inexistentes, libertades políticas que gobiernan en el país

Ahora bien, debemos tener presente que, su sistema político se basa, fundamentalmente, en el enorme poder del Partido Comunista. Es más, cada vez que el comité partidario realiza su congreso anual nos despeja cualquier duda sobre esta última afirmación. El mismo mensaje se repite una y otra vez, años tras años: "el Partido es China y China es el Partido". Y, aunque existen otros 8 partidos políticos, denominados partidos democráticos, ninguno ejercen funciones de oposición. Por consiguiente, nada se puede lograr por fuera del PCCh. De esta forma, nos encontramos frente a un régimen y Estado totalitario de partido único. Aunque, si de algo se encargó la reforma constitucional es la de sentar las bases y allanarle el camino al afán dictatorial. Antes de continuar, aclaremos algo, en todo proceso de ingeniería institucional (termino descrito por el politólogo Giovanni Sartori), donde cada aspecto equivale al engranaje de una maquina, la reelección indefinida no puede catalogarse como buena o como mala en si misma, más bien cumple una función específica. Pero, en el caso de China, si cruzamos variables el escenario futuro no sería muy alentador en estos términos.    
La omnipresencia partidaria se deslumbra en cada vestigio de la vida cotidiana: la administración pública, las empresas públicas y privadas, los tribunales de justicia, las fuerzas armadas, las universidades etc. El partido no solo gobierna el país, sino que también formó una especie de tejido que todo lo cubre, que todo lo abarca, que todo lo  atrapa, creando así una enorme estructura orwelliana.
En consecuencia, se montó un sistema de control de la población que, difícilmente, podamos comprender si aplicamos los estándares occidentales. Las libertades políticas no son las únicas que sufren el embate sistemático, a ellas le tenemos que sumar el derecho a expresarse libremente. No es mera casualidad que la ONG, "Periodistas sin fronteras", haya colocado al país en el puesto 176 de 180 naciones relevadas. Además, las versiones locales de Twitter, WhatsApp, Facebook y Google sufren de constantes bloqueos. El aparato de vigilancia chino se ocupa de detectar cualquier síntoma de oposición y erradicarlo lo más rápido posible.

Curiosamente, podríamos simplificar al sistema político chino como una colosal pirámide confeccionada por burócratas pertenecientes al partido enquistado en el poder. En ella, los estratos más bajos van eligiendo y designando a los escaños de arriba, dicha práctica se repite sucesivamente hasta llegar al extremo superior. En la cima se encuentran los 7 hombres más poderosos de la nación, que confeccionan y le dan forma final al Comité Central. En este selecto club se destaca la participación del presidente, seguido del primer ministro, el oficial de la comisión anticorrupción, el jefe de la oficina del PCCh, el vicepremier de la república, el secretario del PCCh y el secretario de la comisión de inspección de disciplina.
Otra característica a remarcar de su sistema político, es el de los beneficios adicionales que el partido otorga a sus miembros. Estos "privilegios" devienen en el acceso a las escuelas con más renombres, y a algunos trabajos que solo se encuentran disponibles para ellos.

Resumiendo, para valorar, proteger y mejorar a la democracia, debemos estar dispuestos a reflexionar sobre sus incumbencias y aptitudes. Recorrer frecuentemente el camino de sus márgenes debiera ser la tarea obligada para comprender por qué es preferible trazarlas donde están. La experiencia china pareciera, muy equivocadamente, correr ese límite y llevarlo a un punto de inflexión. Lo que si queda en evidencia es que Xin Jinping conquisto un liderazgo y una influencia que no se veía desde tiempos de Mao, tanto en términos nacionales como internacionales. Su legado dejará una marca imborrable en el desarrollo de las fuerzas políticas de su país.



Autor: Lic. Adrian Arévalo
Mail contacto: adrianarevalo333@gmail.com

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